El ICAC solo cuenta con 13 funcionarios para supervisar la actividad de auditoría

El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), la autoridad responsable de la vigilancia del mercado de servicios de auditoría de cuentas de las entidades públicas, carece de los recursos humanos y económicos suficientes para desempeñar correctamente su función.
HAZ14 junio 2018

La ley es un simple papel mojado si no se desarrollan mecanismos eficaces para exigir su cumplimiento. Desarrollar mecanismos o instituciones eficaces requiere dotarlas de tres elementos: 1) establecer un marco normativo que defina con claridad sus funciones y garantice su independencia; 2) contar con recursos humanos y técnicos cualificados para que puedan realizar su función, y 3) disponer de recursos económicos acordes con la tarea asignada.

El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) es el organismo autónomo, adscrito al Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, que tiene atribuidas las competencias de supervisión pública de todos los auditores de cuentas y sociedades de auditoría. El ICAC es, por tanto, la autoridad responsable de la vigilancia del mercado de servicios de auditoría de cuentas de las entidades públicas y también de realizar las actividades de inspección e investigación.

El ICAC cuenta con un marco normativo claro, pero ese elemento por sí solo no es suficiente para que el organismo supervisor pueda realizar su función. Si el ICAC no dispone de los recursos técnicos y económicos adecuados para desempeñar su cometido, el marco normativo se convierte en un brindis al sol, como es el caso.

Si se analiza la última memoria anual disponible del ICAC, la correspondiente al ejercicio 2016, se puede comprobar que el presupuesto del ICAC es de tan solo 8 millones de euros, de los cuales 3,5 millones corresponden a gastos de personal. El número total de funcionarios contratados es de 66.

Dentro del ICAC, la unidad responsable de la investigación e inspección es la Subdirección General de Control Técnico. En la mencionada memoria se dice que esta Subdirección ha contado durante el año 2016 con 15 empleados públicos, incluida la subdirectora general y la secretaria de la subdirectora. Es decir, para la realización de todas las actividades de supervisión relacionada con la actividad de auditoría el ICAC dispone de un total de trece funcionarios.

Si se comparan los recursos de que dispone el ICAC con los de las Big Four (Deloitte, E&Y, KPMG y PwC), que acaparan prácticamente el 100% del mercado de las empresas cotizadas, la desproporción resulta evidente. Durante el año 2016 solo los ingresos por las actividades de auditoría de las Big Four ascendieron 615,4 millones de euros y el número de empleados dedicados a realizar auditorías fue de 7.500.

Si bien es cierto que el principal mecanismo de supervisión debe descansar en los propios controles internos de las sociedades auditoras, es indudable la precariedad de recursos con los que cuenta el ICAC para poder desempeñar sus funciones de supervisión con unas mínimas garantías.

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